Antonia y las ostras
Antonia y las ostras Una historia basada en un hecho (i)real L a retirada de la ola descubrió los cinco surcos abiertos que dejara la mano desesperada de la joven intentando aferrase a la orilla. El pelo dorado flotando enmarañado, cubría su cuerpo desnudo. A su lado, un muchacho exánime, permanecía bajo el brazo de la joven, atascado junto a una roca. Olvidada de la furia de la noche anterior, el agua, ahora tranquila, mecía los cuerpos sobre la orilla. Decenas de cangrejos diminutos y de pájaros revoloteando hambrientos, se aprestaban a picotear los cuerpos, cuando tres jóvenes corriendo por la playa, advirtieron la pareja. ¡Allí están, son Giancarlo y Antonia! Exclamó uno. ¿Están vivos? Preguntó otro acercándose. Antonia, era única hija y única familia de Ícaro, un inmigrante griego, quien, atraído por la pesca generosa de la costa de Mariñas, había llegado hasta allí con el Poseidón, hacía ya varios años. La travesía fue considerada como una proeza por los marinos del...